Entonces llovió. Fue una lluvia tan grande que eclipsó cualquier otra realidad. Lo que viví, únicamente fue lluvia. Cargada tras la primavera de los cien años, fue una lluvia tan sobrecogedora que todos lloraron con ella. Todos. Ni siquiera el viejo, ni el sabio, ni el loco, ni el vagabundo pudieron detener su propio devenir. Todos lloramos al compás de ese tango triste. En el frenesí aletargado de ese majestuoso compás, nuestras lágrimas se unieron a la melodía de la música, dando altos y bajos, dando matiz a ese himno homogéneo.
Sin embargo, lo más i
El ultimo rayo del sol by TanielDemian, literature
Literature
El ultimo rayo del sol
No puedo evitar decirlo, es hermoso. Ni siquiera puedo ver bien, eso me da risa, el sol incide en los rostros de todos, haciéndonos hermosos. Mis pies descalzos agradecen la caricia del pasto y del calor del sol.
Ahora que me siento a recordar en el pórtico de la cabaña, me doy cuenta de lo nítidas que son mis memorias. Reconozco todos los rostros que en una sucesión agradable caminan cerca de mi, algunos saludan con una gran sonrisa, y algunos otros con prisa o enfocados no notan mi presencia, sin embargo me despido de ellos de todos modos.
Hoy es ese día, es una lástima que haya agendado un
Recuerdo el primer día que hablé contigo; el último también. Recuerdo los de en medio, los buenos, los mejores y también los que se convirtieron en una tortura. Recordar duele, no porque sea malo, sino porque ya no es, y eso es lo que transforma los días en noches, atravezando una gran cronología llena de nada. ¿Entonces qué queda? Darme cuenta de que siempre he estado un poco vacío, eso queda. Sin lugar a dudas también hay una esperanza, como todo caballeresco joven puede necesitar, pero de manera pesimista vuelvo a recordar... Y la esperanza se vuelve añoran
En el mar blanco le vi, su silueta dibujada por la neblina estaba erguida en un punto lejano. Universos nos separaban, y la cristalina agua que los simbolizaba, frágil crujía bajo mis pies, y desde ahí, desde el espejo en mi universo, desde mi piel desnuda, observando el gran glaciar sentí su abrazo, el abrazo etéreo del cosmos en mi alma. Lentamente las estrellas discurrieron en tonos violetas en un mar de sensaciones y en el éxtasis del todo me perdí. Rápido volé por el mar de las pequeñas eternidades, en instantes, mi ser, entonces desconocido para mí, quedó
Entonces llovió. Fue una lluvia tan grande que eclipsó cualquier otra realidad. Lo que viví, únicamente fue lluvia. Cargada tras la primavera de los cien años, fue una lluvia tan sobrecogedora que todos lloraron con ella. Todos. Ni siquiera el viejo, ni el sabio, ni el loco, ni el vagabundo pudieron detener su propio devenir. Todos lloramos al compás de ese tango triste. En el frenesí aletargado de ese majestuoso compás, nuestras lágrimas se unieron a la melodía de la música, dando altos y bajos, dando matiz a ese himno homogéneo.
Sin embargo, lo más i
El ultimo rayo del sol by TanielDemian, literature
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El ultimo rayo del sol
No puedo evitar decirlo, es hermoso. Ni siquiera puedo ver bien, eso me da risa, el sol incide en los rostros de todos, haciéndonos hermosos. Mis pies descalzos agradecen la caricia del pasto y del calor del sol.
Ahora que me siento a recordar en el pórtico de la cabaña, me doy cuenta de lo nítidas que son mis memorias. Reconozco todos los rostros que en una sucesión agradable caminan cerca de mi, algunos saludan con una gran sonrisa, y algunos otros con prisa o enfocados no notan mi presencia, sin embargo me despido de ellos de todos modos.
Hoy es ese día, es una lástima que haya agendado un
Recuerdo el primer día que hablé contigo; el último también. Recuerdo los de en medio, los buenos, los mejores y también los que se convirtieron en una tortura. Recordar duele, no porque sea malo, sino porque ya no es, y eso es lo que transforma los días en noches, atravezando una gran cronología llena de nada. ¿Entonces qué queda? Darme cuenta de que siempre he estado un poco vacío, eso queda. Sin lugar a dudas también hay una esperanza, como todo caballeresco joven puede necesitar, pero de manera pesimista vuelvo a recordar... Y la esperanza se vuelve añoran
En el mar blanco le vi, su silueta dibujada por la neblina estaba erguida en un punto lejano. Universos nos separaban, y la cristalina agua que los simbolizaba, frágil crujía bajo mis pies, y desde ahí, desde el espejo en mi universo, desde mi piel desnuda, observando el gran glaciar sentí su abrazo, el abrazo etéreo del cosmos en mi alma. Lentamente las estrellas discurrieron en tonos violetas en un mar de sensaciones y en el éxtasis del todo me perdí. Rápido volé por el mar de las pequeñas eternidades, en instantes, mi ser, entonces desconocido para mí, quedó